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    Niehoffs-Vaihinger apuesta por vidrio retornable

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    15. octubre 2019
    5:20 min.
    Cada año Niehoffs-Vaihinger llena aproximadamente 570.000 hectolitros de bebidas, la mayor parte lo hace en una nueva línea de Krones.
    • El director de marketing Sven Frisch y el director de la planta Dr. Rainer Kressmann (de izda.) defienden juntos una gestión sostenible de los recursos.

    Niehoffs-Vaihinger Fruchtsaft GmbH afronta el actual debate del plástico con serenidad. La empresa envasa más del 80 por ciento de su producción en botellas de vidrio retornables. Por principio, como subraya el director de la planta, el Dr. Rainer Kressmann: «Nuestro corazón le pertenece al retornable». El director de marketing, Sven Frisch, va un paso más allá al remarcar enérgicamente: «¡No queremos plástico!»

    La gama de productos de la empresa se compone en total de unos 600 artículos, que a su vez se dividen en cinco marcas estratégicas y varias marcas complementarias. El negocio básico o «nuestro buque insignia» como explica Sven Frisch entusiasta es la marca de zumos Niehoffs-Vaihinger, producida exclusivamente para el sector hotelero y gastronómico. Además de los zumos de fruta clásicos, en su surtido de más de 30 productos se incluyen innovaciones como Innergy, «la primera bebida energética saludable del mercado», como explica Frisch con manifiesto orgullo. La alta calidad de los productos queda patente en la originalidad de los envases, de desarrollo propio. Para el diseño de las botellas de zumo, con su tapón roscado y de boca grande para favorecer el vertido en el vaso, la empresa recurrió a la experiencia de los barmans profesionales. «Nuestros zumos se encuentran allí donde se mezclan los cócteles, en el bar», explica Frisch.

    Diagnóstico: la botella de vidrio retornable

    Por muy diferenciadas que puedan parecer las distintas marcas de la empresa su común denominador es su envase, la botella de vidrio. Cuando la empresa decidió sustituir la línea existente por una nueva, no había duda de que iba a apostar por una línea de vidrio retornable. «Estamos seguros de que tomamos la decisión correcta en el momento adecuado», afirma el jefe de planta, Rainer Kressmann. «Movido por el debate sobre el plástico, el vidrio ha vuelto a estar de moda junto con la antigua virtud del llenado en caliente».

    La razón principal por invertir en una nueva línea fue porque la planta existente ya no cumplía con los requisitos de calidad actuales. La línea ya llevaba muchos años funcionando en tres turnos y, por lo tanto, había topado con su límite de calidad. Para Niehoffs-Vaihinger estaba claro de entrada que para la nueva línea optarían por una solución llave en mano de un único fabricante. «Optamos por Krones porque nos convenció su solución técnica y su fiabilidad», explica Kressmann.

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    Desde mayo de 2018 la línea de vidrio de Krones produce en régimen continuado de tres turnos, llena 20.000 botellas de 1,0 litro o 30.000 botellas de 0,2 litros por hora.

    «No queríamos una línea estándar»

    En cuanto a los requisitos técnicos, el tema de la flexibilidad fue prioritario. La nueva línea debía poder llenar tanto en caliente como en frío y dominar además la amplia gama de formatos del surtido de Niehoffs-Vaihinger: desde los envases individuales en diferentes formas y tamaños hasta las botellas retornables estándar de 1 litro y pequeñas botellas con cierre twist-off de 0,2 litros, cada una de ellas combinada con diferentes variantes de etiquetas y tipos de cierres. Al igual que las máquinas, la tecnología de transporte tenía que ser flexible y estar preparada para hacer frente a las más variadas tareas. La principal exigencia era presentar una alta capacidad de procesamiento para clasificar la mezcla existente de envases vacíos. Pero también contaba la presencia de un tramo de derivación que guiara las botellas llenadas en frío entorno al refrigerador y la presencia de suficientes trayectos pulmón que permitieran, por ejemplo, cambiar las etiquetas sin tener por ello que detener la llenadora. «Con todo, no se trata de una línea común», subraya Rainer Kressmann.

    Fue ubicada en una nueva nave de 2.000 metros cuadrados. En mayo de 2017 se iniciaron las obras de construcción. Cuatro meses después llegó el primero de un total de 80 camiones con componentes de la planta. Las primeras máquinas fueron instaladas y puestas en marcha en un abrir y cerrar de ojos. «La llenadora funcionó perfectamente desde el primer día», dice Kressmann. «Pero otras cosas tomaron más tiempo de lo esperado». El hecho de que la fase caliente del proyecto (también en el sentido literal de la palabra) se extendiera a los meses de verano de 2018 con temperaturas récord, le exigió mucho a la dirección de la planta y a sus empleados, que para entonces ya habían realizado un gran esfuerzo, y en ocasiones también sometió a una dura prueba la relación con su proveedor. «Como no se trata de un sistema estándar, siempre surgen imprevistos», dice Kressmann y añade: «Al final, todos se resolvieron». Gracias también al equipo de asistencia técnica de Krones que, a pesar de los contratiempos y retrasos en la obra, se mantuvo incólume. «Había veces que estábamos de los nervios», recuerda el jefe de planta. «Al mismo tiempo tenía claro que Krones tiene la ambición y la aspiración de llevar a buen término cada proyecto, y así ha sido».

    Instruidos gentilmente en la nueva tecnología

    Para evitar cuellos de botella en el almacén, la antigua planta se mantuvo operativa durante todo el traslado. Niehoffs-Vaihinger Fruchtsaft GmbH no tuvo que recurrir a ella gracias a su esmerada planificación. Además de la maquinaria y con el fin de facilitarle al máximo el acceso de los empleados de la antigua línea a las últimas novedades, la empresa encargó un completo paquete de formación. «En retrospectiva debo decir que muy acertado involucrar a nuestros empleados desde el principio en el proyecto», dice Rainer Kressmann. «En la Academia Krones de Neutraubling (Alemania) tuvieron ocasión de familiarizarse con las nuevas máquinas. «Así se pudieron hacer una idea de lo que llegaría después». Los últimos temores de toma de contacto con la nueva tecnología desaparecieron como muy tarde durante la fase de puesta en marcha, fase impartida in situ con las máquinas definitivas. «Una planta como esta tiene personalidad propia; la vas dominando poco a poco cada día», dice Kressmann. «Hace tiempo que el trabajo con ella se ha convertido en rutina. Además, la nueva tecnología también nos quita trabajo de encima».

    Desde mayo de 2018 la línea de vidrio de Krones produce en régimen continuado de tres turnos, llena 20.000 botellas de 1,0 litro o 30.000 botellas de 0,2 litros por hora. Rainer Kressmann y Sven Frisch coinciden en afirmar que la inversión fue la decisión correcta: «No sólo estamos comprometidos con la sostenibilidad, sino que ahora también contamos con una planta de producción de última generación», dice el jefe de marketing.

    La línea consta de los siguientes componentes

    Ingeniería de procesos

    Tecnología de llenado y de embalaje

    • Inspeccionadora de botellas vacías Linatronic
    • Modulfill HEL para el llenado en caliente y en frío en bloque con la enjuagadora Variojet
    • Etiquetadora Topmodul con conjunto de etiquetado con adhesivo frío
    • Una encajonadora y una desencajonadora Linapac
    • Una Modulpal para paletizar y despaletizar, respectivamente

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    15. octubre 2019
    5:20 min.
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